Pereira, 13 de febrero de 2025.
Para José Ángel, un menor de
edad que sufrió un grave accidente de tránsito cuando viajaba como parrillero a
bordo de una motocicleta, la vida le cambió de la noche a la mañana, gracias a
la oportuna intervención de un equipo científico del Hospital Universitario San
Jorge de Pereira.
El caso ocurrió en abril del
año pasado en Riosucio, Caldas, cuando a raíz de la caída del aparato el brazo
de José Ángel quedó atrapado en la cadena de la moto, sufriendo varias
fracturas y otras lesiones, así como la amputación de un 80% a la altura de la
muñeca.
“El paciente llegó con
fracturas del húmero, del radio y del cúbito, además de lesiones tendinosa,
vascular y nerviosa del antebrazo, con un defecto de cobertura”, explicó el
médico Santiago Salazar Botero, cirujano de mano del Hospital San Jorge, quien
ha estado al frente del delicado caso.
Gina Carolina Ramírez, la
madre el menor, describió con angustia la forma como encontró a su hijo
arrodillado al lado de la moto y con el brazo totalmente comprometido.
Inicialmente fue atendido por unidades del Cuerpo de Bomberos de Riosucio, que
lo remitieron al Hospital San Juan de Dios donde recibió la atención inicial.
“El caso era muy grave, por lo que decidieron trasladarlo al Hospital
Universitario San Jorge de Pereira”, indicó la madre.
Aquí fue recibido por el
ortopedista de turno en la Sección Urgencias que realizó los procedimientos
iniciales correspondientes, se le hizo el lavado del sitio de las fracturas, se
controló la infección y se le sometió a tratamiento con antibióticos.
Salazar Botero destacó que el
paciente fue muy bien manejado en el hospital local de Riosucio y remitido de
urgencia a Pereira. “Y gracias a que todo el equipo funcionó rápida y
adecuadamente, le pudimos hacer una reconstrucción del antebrazo y la fractura
del húmero, logrando un resultado funcional muy bueno, superando las
expectativas de la recuperación que para mí ha sido espectacular”, precisó el
médico.
Gina Carolina Ramírez
reconoce que gracias a la atención recibido, hoy diez meses después del
accidente de José Ángel no solo se evitó la posible amputación del brazo
izquierdo sino que ya ha recuperado un 90% de sus movimientos.
“Fue un éxito total, era un
caso muy grave y lento y nos decían que la recuperación duraría unos dos años o
más. Pero gracias a todo lo que le hicieron en el Hospital San Jorge, el niño
en menos de unos meses quedó súper”, aseguró la madre, quien señaló que todavía
debe continuar en terapias y tratamientos para alcanzar una recuperación total
de sus lesiones.